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Cómo mejorar mi calidad de vida: 6 aspectos a tener en cuenta.

Índice

Algo me pasa, pero no sé qué.

El estrés, la falta de tiempo, el modo multitarea, la pésima situación del empleo en el país de residencia, el mal clima, la mala alimentación, son factores que, entre otros, afectan muy negativamente a nuestra calidad de vida y la clave parece ser la confianza en nosotros mismos.

Normalmente una persona no sabe que no confía en sí misma, que no se quiere, hasta que se percata de que algo va mal, pero no sabe lo que es. En ese momento la alarma se dispara, ¿serán las hormonas? ¿Será la primavera? ¿Será que me levanto a las 6.30 y me acuesto a las 00.00 todos los días? ¿Será que mi relación no va bien? Pues sí, es posible que todo eso influya un poquito, pero probablemente no es el verdadero motivo de eso que te pasa y que no sabes lo que es.

Cuando esa desgana nos invade no tenemos ilusión por nada, todo se realiza mecánicamente y sin motivación, «la pescadilla que se mueve la cola» comienza a dar vueltas y no podemos saber cuándo se detendrá. Podría ser la primavera o la relación, si esperamos a que termine quizás se nos pase ese estado de depresión constante, pero ¿y si no es eso? ¿Y si la primavera termina y nosotros seguimos raros? O, n, ¿y si la relación termina por nuestra situación y a la relación no le pasaba nada?

Por suerte, desde que decidimos ser un poco más conscientes y espirituales tenemos a nuestra disposición todo un mundo de posibilidades para tratar de solucionar este tipo de problemas. Nuestra consciencia nos ayudará a entender qué nos pasa y, si no nos acercamos a la respuesta, te recordará que necesitas ayuda y te abrirá la puerta a buscar un profesional que pueda guiarte en el proceso.

Bien, empecemos por algunos indicadores:

  • El cansancio acumulado no es normal. Si te despiertas muy temprano es lógico que termines el día cansado, pero estar cansado a media mañana no es natural.
  • Poca o nula motivación por las cosas. Como se ha dicho, hay muchos factores negativos que pueden afectarnos, pero deja de ser algo «lógico» cuando un factor influye en otro aspecto que no tiene nada que ver, por ejemplo, si no te gusta tu trabajo, no hay buen ambiente o no te pagan bien, ok, es lógico que no te parezca agradable ir a trabajar, pero si sientes desmotivación para otras cosas como hacer deporte, salir con amigos, etc, algo puede estar pasando y no es solo el trabajo.
  • Todo se te hace cuesta arriba. Poner una lavadora es un sacrificio, hacer la cena, ir a comprar pan, cuando todo se vuelve un suplicio es porque estamos percibiendo la realidad de forma negativa, como si alguien nos estuviera poniendo piedra en el camino.
  • Dolor de espalda o piernas. El dolor de espalda puede no tener absolutamente nada que ver con la motivación y la confianza en nosotras mismas, pero si se da junto con otros indicadores de esta lista, ten por seguro que es algo a tener muy en cuenta. Recientemente han sacado estudios que hablan de que las personas que caminan erguidas son más felices y, en mi opinión, esto se debe a dos aspectos: por un lado no sufren de dolores de espalda como todos los demás humanos y, por otro lado, psicológicamente caminar con la cabeza alta nos llena las reservas de autoestima (cosas de la percepción del mundo).
  • Otros síntomas. Sueño excesivo, falta de interés por cosas que teóricamente nos gustan, mal humor general, tristeza sin motivo aparente, como ves, muchos de nosotros sufrimos estos síntomas y no sabemos a qué se debe y, por tanto, nos resulta imposible solucionar el problema.

Si te reconoces en alguno de estos aspectos quizás es momento de hacer algo, incluso es posible que ya hayas intentado poner alguna solución: te has puesto a hacer deporte, has probado a comer mejor, dormir más, pasar del trabajo y los problemas que acarrea y, aún así, sigues igual. Quizás físicamente te has sentido un poco mejor, pero esos beneficios desaparecen a los pocos días, es muy probable que hayas vuelto a «comer mal» y, definitivamente, hayas dejado de hacer deporte por falta de motivación.

¿Por dónde empiezo?

Vamos a partir de la base de que cada uno de nosotros es un mundo (y, además, cada día somos un mundo diferente condicionado por muchos factores), y es por ello que no podemos hacer afirmaciones absolutas como si fueran verdades universales. Sin embargo, sí se puede hacer consideraciones generales que nos permitan adaptar tips que encontrarás al final de este artículo a nuestra propia vida, tanto como paso previo a una terapia psicológica, como complemento para ello.

A continuación enumeramos seis aspectos a los que deberemos prestar atención para mejorar la confianza en nosotros mismos:

  1. Analiza qué aspectos causan tu descontento y si es lógico que afecten en otras facetas de tu vida. Puedes elaborar una lista con cada aspecto de tu vida, revisar si estas feliz y satisfecho con ello o no y, acto seguido, comprobar si tiene lógica que afecte a la totalidad de tu percepción. Por ejemplo, si tu vida se compone de trabajo, matrimonio y ejercicio, puedes analizar si tus problemas matrimoniales están incidiendo negativamente en tu actividad física o si tu salario bajo está afectando en tu matrimonio.
  2. ¿Tienes miedo a fracasar? A lo mejor no reconoces en ti el miedo al fracaso, pero si analizas tu actitud podrías darte cuenta de que muchos de los pensamientos o actitudes que tienes responden a un miedo desconocido a fracasar (ya sea por defraudar a otros, porque otros te puedan señalar o porque tú mismo comprobarías que no eres capaz).
  3. Analiza qué llevas en la mochila. En mi propia imaginación me gusta pensar que llevo una mochila en la que meto cosas, cosas que pueden ser más o menos pesadas y que puedo meter y sacar cuando yo quiera, ¿tú que llevas? ¿Llevas demasiada responsabilidad? ¿Culpa? ¿Llevas recuerdos? ¿Pasado? ¿Superaste las piedras del camino que la vida te puso o las metiste en tu mochila? Te invito a que medites sobre ello, el peso de todas esas cosas puede estar provocándote esos dolores de espalda.
  4. ¿Duermes lo suficiente? Ahora sí, nos alejamos de los aspectos internos, difíciles y dolorosos y pasamos a revisar estos aspectos físicos. Empezamos por el dormir, puede que necesites dormir 8 horas, 7 o incluso 6, pero si no sabes cuánto necesitas dormir o, aún sabiéndolo, no te preocupas de dormir lo suficiente, tu calidad de vida está empeorando por momentos.
  5. Analiza qué tipo de alimentación llevas y si bebes agua. Se ha comprobado que la deshidratación produce, entre otras cosas, dolores de cabeza. ¿Te duele la cabeza? Además, es posible que la falta de ganas de hacer cualquier cosa te esté llevando a comer peor, más comida enlatada o congelada, menos comida de la que consideramos saludable (frescos).
  6. ¿Haces ejercicio? Y no sólo eso, ¿te gusta? Es fácil encontrarse con alguien que dice «sí, yo voy al gimnasio tres veces a la semana» y resulta que ir es el peor de los castigos que se le pueden imponer. O «sí, yo salgo a correr con mi pareja» («pero a mi pareja le gusta y a mí no»). Es muy importante moverse, aunque sea caminar, pero es aún más importante que la actividad sea atractiva para nosotros, ¿haces deporte? ¿Lo disfrutas? Esas son las preguntas que debemos responder.

El análisis de estos seis aspectos no tiene por qué ser inmediato, a veces no basta con sentarse un día a meditar y tomar nota de los pensamientos, quizás necesites hacerlo una vez a la semana, quizás necesites hablarlo con una amiga, con tu pareja, con tu psicólogo, quizás basten dos veces o quizás tendrás que hacerlo cinco. Pero una cosa sí tenemos clara y es que, a medida que identifiquemos qué podemos mejorar de esos aspectos, tendremos en nuestra mano la llave para el cambio (el mayor logro del cambio no es el cambio, es identificar qué tenemos que cambiar).

¿Y ahora qué hago?

A continuación, y siguiendo el orden de los aspectos anteriores, dejamos por aquí una serie de tips que podemos poner fácilmente en práctica, no se trata de darle un vuelco a nuestra vida y, de la noche a la mañana, estar haciendo todas estas cosas a la vez, se trata más bien de analizar los aspectos poco a poco y así ir modificando nuestros hábitos poco a poco también, ¡comencemos!

  1. Respecto del primer aspecto lo único que podemos hacer para empezar es separar. Ganando confianza en nosotros mismos, librándonos del miedo, la culpa, etc, esto se separaría sólo, pero si podemos ser conscientes de ello antes del cambio ¡mucho mejor! Trata de ser consciente de cuando termina tu jornada laboral, piensa «¡terminé!» y acto seguido desconecta hasta el día siguiente, esto es solo un ejemplo, adáptalo a tu situación. Es muy bueno para salir de la situación negativa y oxigenar nuestra mente.
  2. Si tras tu análisis te has dado cuenta de que sí tienes miedo al fracaso y lo ves claramente en alguna de tus facetas de la vida, ¡enfréntate a él! Comienza a utilizar a menudo frases como ¿por qué no? Pregúntate que puedes perder si lo intentas y pregúntate también que pasa si tu miedo se hace realidad, en la mayoría de las ocasiones tu respuesta sera: nada.
  3. Si llevas cosas en la mochila vas a tener que empezar a desprenderte de ellas, quizás hasta ahora no ha sido necesario porque la vida ha sido llana, pero sin duda necesitamos andar ligeros (piensa qué es mejor, caminar un kilómetro con una mochila vacía o con una mochila llena). Una vez que hemos identificado las cosas que llevamos en la mochila es más fácil deshacerse de ellas, así que ¡manos a la obra! ¿Cómo lo hacemos? Haz ejercicios para el perdón (tanto de otras personas como a ti mismo), deshazte de los recuerdos (esto implica tirar a la basura cosas materiales que puedas estar conservando por apego al pasado), realiza lecturas sobre la consciencia en el presente, se trata de crecer, de comprender que hoy en día somos quién somos gracias a todas y cada una de las decisiones tomadas, las buenas y las malas; suelta, guardar rencor durante años solo te perjudica a ti.
  4. Si no duermes lo suficiente, debes realizar un horario y organizarte mejor. Mucha gente se pregunta como hay personas que pueden dormir 8 horas, ya que para los que nos levantamos a las 6.30 eso implica estar en la cama a las 22.30 y todos sabemos que, lo normal, es que a las 22.30 estemos haciendo la cena (¡un desastre!). Bien, pues si no son 8 tendrán que ser 7, pero debes dormir. Trata de organizarte. Y, ok, si no duermes bien por algún motivo de peso (turnos rotativos, un bebé…) habrás de encontrar la forma de rendir con motivación.
  5. Respecto de la alimentación y la toma de agua, ¿qué te puedo decir que no sepas ya? Busca la forma de recordar que tienes que beber agua, ¿qué tal una botella que te acompañe a todas partes? Y, en cuanto a la comida, ¿qué tal invertir un día en preparar la comida de toda la semana? ¿Y qué tal contratar un dietista o un nutricionista para darle un repaso al tema?
  6. Por último, en relación a la actividad física, no es secreto para nadie que hacer deporte es muy importante para nuestra salud y nuestro ánimo diario, ¡busca una actividad que te guste y víciate! Si no te gusta hacer deporte puedes salir a caminar a buen ritmo durante 30 a 45 minutos, puedes bailar, hcer yoga o pilates, cualquiera de las anteriores mejorará tu postura corporal, cuenta como ejercicio e introduce en tu semana una tarea que te resulta agradable. Es importante llevar una vida activa, no te obsesiones con el deporte, céntrate en analizar cuánto te mueves y busca moverte más.

En resumen.

Como vemos, podemos mejorar nuestra calidad de vida atendiendo a seis aspectos muy básicos tanto físicos como psicológicos. En la mayoría de los casos ese estado depresivo en el que te encuentras será agua pasada cuando te hayas perdonado, te hayas desecho de peso inútil y te des la importancia que te mereces, invierte en un proceso de ayuda: un profesional puede marcar mucho la diferencia en la experiencia

Solo recuerda que encontrarse mal todo el día no es normal, no es lo que toca, puedes hacer algo para cambiarlo.

Espero que puedas analizar estos seis aspectos de tu vida y te resulte positivo poner en practica los seis tips que te propongo, puedes dejar tu comentario con tus dudas, objeciones o experiencia.

2 comentarios en «Cómo mejorar mi calidad de vida: 6 aspectos a tener en cuenta.»

  1. El articulo en general me encanta, pero en mi caso particular destacaré la parte de la carga de la mochila. Opino que las mujeres somos unas guerras y hechamos adelante con todo, trabajo, familia, amigos, hijos…. y pocas veces no detenemos en pensar en nosotras y para cuando lo hacemos llevamos tanta carga que no sabes por donde empezar, al menos es lo que me pasó a mi. Así que recomiendo que te hagan caso y una vez a la semana o al mes o cada cierto tiempo pero que liberen carga. La vida resulta mucho más sencilla.

    1. Las mujeres y las mochilas, de verdad, que somos algo increíble. No sólo cargamos con la culpa y las responsabilidades de todo el mundo; la carga que pesa sobre nosotras de ser perfectas es algo demencial. Hace tiempo leí un artículo muy interesante, no recuerdo dónde, que hablaba sobre cómo una mujer profesional que trabaja, siente una necesidad imperiosa de hacer la tarta de su hijo, ir a ver a su madre el sábado y cumplir con una reunión de amigos el domingo. Y cómo un hombre en la misma situación, compraría la tarta del niño, cambiaría la visita a su madre por una llamada y pasaría olímpicamente de sus amigos (por no hablar de cómo un hombre no tiene que tener la manicura perfecta, el pelo limpio e ir con tacones). Debemos concienciarnos de la necesidad de liberarnos de tanta carga inútil. ¡Saludos!

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